
La cosa era bien sencilla (¿quién no lo ha hecho alguna vez?): nos apostamos una cerveza a ver quién gana más medallas en las Olimpiadas, ¿Suecia o España? Y yo, que soy de vicio fácil, me lancé de cabeza: "¡Perfecto!" -exclamé.
Pero, claro, inocente de mí (y tal vez, no voy a negarlo, cegado por el jugoso premio que veía tan cercano), no leí la letra pequeña que mi amiga Johanna me expuso con una naturalidad tal que no pude decirle que me la estabo colando: después de gritar en tono fa menor ese "¡perfecto!" tan perfecto, mi amiga se descolgó con una pregunta que me hizo correr un sudor frío por todo el cuerpo:
- Mierda -pensé. Unos cuarenta millones -dije.
- Bueno, pues entonces dividimos cada medalla de España entre cuatro porque en Suecia hay nueve millones.
Tragué saliva, hice cálculos mentales... y pensé poner el euro cincuenta sobre la mesa. No obstante, debo decir que no tiré la toalla a pesar de la injusticia.
Al final (supongo que queréis saberlo), España ganó 19 metales por 7 de Suecia. Claro, en proporción al número de habitantes, el resultado fue algo así como 5 a 7 en mi contra...
Reflexión. Es un buen ejemplo de choque cultural, ¿no creéis? Luego, pensando un poco, analicé que si lían la que lían para pagar una cena, ¿no van a liar algo parecido para una apuesta? En fin, no volveré a caer en la trampa (mmm... en Londres 2012, porque para Beijin 2008 me han vuelto a pillar).
- Bueno, pues entonces dividimos cada medalla de España entre cuatro porque en Suecia hay nueve millones.
Tragué saliva, hice cálculos mentales... y pensé poner el euro cincuenta sobre la mesa. No obstante, debo decir que no tiré la toalla a pesar de la injusticia.
Al final (supongo que queréis saberlo), España ganó 19 metales por 7 de Suecia. Claro, en proporción al número de habitantes, el resultado fue algo así como 5 a 7 en mi contra...
Reflexión. Es un buen ejemplo de choque cultural, ¿no creéis? Luego, pensando un poco, analicé que si lían la que lían para pagar una cena, ¿no van a liar algo parecido para una apuesta? En fin, no volveré a caer en la trampa (mmm... en Londres 2012, porque para Beijin 2008 me han vuelto a pillar).