En la sesión de ayer del Curso de acercamiento práctico a la enseñanza de E/LE, nuestro curso de iniciación de profesores, sobre integración de las destrezas, centramos parte de nuestra reflexión en este aspecto y pedí a los alumnos que redactaran el enunciado de una actividad para trabajar, principalmente, la expresión escrita. Tenía dos objetivos:
- Hacer ver la dificultad de plantear una actividad en la que únicamente se pusiera en juego una de las destrezas o actividades de la lengua y descubrir cómo la integración de las destrezas es una consecuencia natural de los procesos de comunicación y no un imperativo pedagógico inventado.
- Analizar las instrucciones que se elaboran para las actividades que se proponen a los alumnos, teniendo en cuenta que todos los participantes del curso tienen experiencia como alumnos de segundas lenguas.
Aquí van algunos ejemplos propuestos y mi comentario.
- Describe tus últimas vacaciones. Y pregunté yo... ¿las vacaciones se describen o se cuentan?
- Tú eres una alumna de español que empieza un curso. Preséntate a tus compañeros, di cómo te llamas, cuántos años tienes, a qué te dedicas y de dónde eres. Y pregunté yo... ¿es necesario especificar tanto lo que quiero lo que digan mis alumnos?
- Redacta las vacaciones que te gustaría planear. Usa el futuro imperfecto. Y pregunté yo... ¿no se podría formular de un modo más sencillo? Y también pregunté... ¿es imprescindible y/o conveniente la segunda parte de las instrucciones (Usa el futuro imperfecto)? Y también... ¿se corresponde la primera parte con la segunda?
- Escribe una redacción de tema libre (100 palabras). Y pregunté yo... ¿para qué?